Discriminar: 1- Separar,
distinguir, diferenciar una cosa de otra. 2- Dar trato de inferioridad a una
persona o colectividad por motivos raciales, religiosos, políticos, etc.…
(Fuente: Diccionario Nuevo Espasa
Ilustrado 2000).
Sin la pretensión de emular a Mariano Grondona (curioso comenzar un articulo sobre discriminación y que aparezca el Doctor Habano. No?) recurrí al mataburros. Pues supuestamente este representaría una idea general sobre el significado de un término y en estos temas conviene ser claros.
Nuestro verbo posee dos significados, el primero que podríamos reconocer como el primitivo y original y el segundo que lamentablemente las acciones (o debiera decir imbecilidad humana) le supieron dar con el tiempo.
Si nos detenemos en el primer significado, debiéramos decir que vivimos discriminando. Algo hace que a pesar de ser humanos cualquiera de ustedes que lee sepa si quien escribe es o no Brad Pitt, y que si llevados a elegir con quien pasar una noche de pasión sepamos aceptar (y sobre todo resignar quizás) el resultado. Puesto que no solo diferenciamos sino que además tenemos preferencias.
De esa manera cada uno de nosotros tendrá sus amores y odios o incluso indeferencias por unas u otras personas.
Pero lo que debemos tener presente, que tales diferencias y preferencias no deben ser nunca motivo de juicio hacia otras personas y mucho menos el principal elemento a la hora de reconocerlos como individuos con derechos. Y esto es algo estrechamente ligado a la tolerancia.
Amigos míos, no discriminar no significa que todos seamos iguales, no discriminar significa aceptar y tolerar las diferencias. No necesito amarte para reconocer lo que te corresponde.
Es un gran falsedad solo aceptar o tolerar al que no nos parece distinto, pues en algún sentido todos lo somos, así tienen derechos los gays que no se les nota y los que les sale por todos los poros, los negros bien y los bien negros tu mejor amigo y aquel que mas detestas. Y tampoco es lógico que solo logren aceptación aquellos seres excepcionales.
Palabras mas, palabras menos en un capitulo de Los Simpsons un vendedor de antigüedades gay es aceptado por Homero solo después que este le salva la vida, entre una memorable serie de diálogos a los que nos acostumbra dicha serie este personaje expresa: -Ojala todos los gays del mundo puedan salvarle la vida a un heterosexual así son aceptados como yo…
Muchas veces se escuda la discriminación (a la cual no quiero desatar de la intolerancia), al desconocimiento, y si bien no podemos negar que el temor a lo desconocido puede equivocarnos el juicio, no menos cierto es que quien mantiene la distancia entre saber e ignorar es uno mismo como adulto mayor en un estado de derecho y así como aquella frase que dice: No hay peor sordo que el que no quiere oír igualmente cierto es que no hay peor ignorante que el que no quiere aprender. Solo uno es el responsable de aceptar prejuicios sin verificarlos.
Hoy la ciencia nos dice que la raza humana es una sola, que la homosexualidad no es una enfermedad si creemos que las “leyes naturales” existen es nuestra exclusiva responsabilidad.
Nuestro verbo posee dos significados, el primero que podríamos reconocer como el primitivo y original y el segundo que lamentablemente las acciones (o debiera decir imbecilidad humana) le supieron dar con el tiempo.
Si nos detenemos en el primer significado, debiéramos decir que vivimos discriminando. Algo hace que a pesar de ser humanos cualquiera de ustedes que lee sepa si quien escribe es o no Brad Pitt, y que si llevados a elegir con quien pasar una noche de pasión sepamos aceptar (y sobre todo resignar quizás) el resultado. Puesto que no solo diferenciamos sino que además tenemos preferencias.
De esa manera cada uno de nosotros tendrá sus amores y odios o incluso indeferencias por unas u otras personas.
Pero lo que debemos tener presente, que tales diferencias y preferencias no deben ser nunca motivo de juicio hacia otras personas y mucho menos el principal elemento a la hora de reconocerlos como individuos con derechos. Y esto es algo estrechamente ligado a la tolerancia.
Amigos míos, no discriminar no significa que todos seamos iguales, no discriminar significa aceptar y tolerar las diferencias. No necesito amarte para reconocer lo que te corresponde.
Es un gran falsedad solo aceptar o tolerar al que no nos parece distinto, pues en algún sentido todos lo somos, así tienen derechos los gays que no se les nota y los que les sale por todos los poros, los negros bien y los bien negros tu mejor amigo y aquel que mas detestas. Y tampoco es lógico que solo logren aceptación aquellos seres excepcionales.
Palabras mas, palabras menos en un capitulo de Los Simpsons un vendedor de antigüedades gay es aceptado por Homero solo después que este le salva la vida, entre una memorable serie de diálogos a los que nos acostumbra dicha serie este personaje expresa: -Ojala todos los gays del mundo puedan salvarle la vida a un heterosexual así son aceptados como yo…
Muchas veces se escuda la discriminación (a la cual no quiero desatar de la intolerancia), al desconocimiento, y si bien no podemos negar que el temor a lo desconocido puede equivocarnos el juicio, no menos cierto es que quien mantiene la distancia entre saber e ignorar es uno mismo como adulto mayor en un estado de derecho y así como aquella frase que dice: No hay peor sordo que el que no quiere oír igualmente cierto es que no hay peor ignorante que el que no quiere aprender. Solo uno es el responsable de aceptar prejuicios sin verificarlos.
Hoy la ciencia nos dice que la raza humana es una sola, que la homosexualidad no es una enfermedad si creemos que las “leyes naturales” existen es nuestra exclusiva responsabilidad.
